Pocas veces se da el caso de que una marca que marcó historia en la industria del motor española renazca con tanto ímpetu como lo ha hecho EBRO. Y lo ha hecho con el EBRO S700 Luxury, un SUV que mezcla ADN español con tecnología china del gigante Chery, y que promete plantar cara a marcas europeas consolidadas.
Lo probamos a fondo, lo condujimos, exploramos su historia, sus puntos fuertes y débiles, y en este artículo te lo cuento todo desde la experiencia personal al volante. Si estás valorando si este SUV es para ti, sigue leyendo porque esto no es una ficha técnica: es una prueba real con opinión sincera y argumentos de verdad.
Ebro S700 Luxury: una nueva era para la mítica marca española
Hablar de Ebro es hablar de historia. Fundada en los años 50 tras una complicada época para el país, la marca surgió de la mano de Ford Motor Ibérica, que más tarde pasó a denominarse Ebro, estableciendo sedes en Barcelona, Madrid y Ávila. Desde entonces, la firma se convirtió en sinónimo de vehículos industriales: camiones, furgonetas, tractores… muchos con un fuerte vínculo con Ford primero, y Nissan después, hasta que la marca desapareció en los años 80.
Pero el 2023 marcó un hito: Ebro resurge con el respaldo de EV Motors y un acuerdo clave con Chery, uno de los fabricantes más potentes de China. Fruto de esa alianza nace el Ebro S700, un SUV que se monta en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona y que, según planes futuros, llegará a ser ensamblado 100% en España para evitar aranceles y ganar aún más peso industrial.
Este SUV no es una copia genérica china, ni un producto low cost sin alma. Es un coche con diseño europeo, presencia imponente y con un planteamiento muy serio que merece ser examinado a fondo.
Diseño exterior: un SUV que conquista a primera vista
Visualmente, el EBRO S700 Luxury entra por los ojos. Desde el primer vistazo se percibe un diseño que ha sido pulido con mimo para atraer al comprador europeo. La calandra frontal, con un patrón de estrellas, cromados elegantes y una parrilla imponente, se complementa con unas ópticas afiladas y modernas que rematan el conjunto.
No hay extravagancias chinas ni diseño recargado. Al contrario: el Ebro S700 tiene un aire sobrio y refinado, que recuerda incluso a algunos modelos alemanes en cuanto a proporciones. Las llantas aerodinámicas, la línea de cintura ascendente rematada en el pilar C pintado en negro (estilo techo flotante), y los pilotos traseros unidos siguiendo la moda actual, refuerzan esa estética premium.
En cuanto a dimensiones, ofrece 4,55 metros de largo, 1,86 de ancho y 1,69 de alto, con una batalla generosa de 2,67 metros. ¿Traducción? Mucho espacio interior, como veremos luego. Pero también una presencia que impone en carretera, sin ser exagerado. Algo que valoro positivamente es que este SUV sabe dónde está su mercado objetivo: europeos que quieren diseño serio, no llamativo sin razón.
Y sí, hay un coche gemelo: el DR 6.0, también presente en España, que muchas alquiladoras ya están usando. Pero a diferencia de ese, el Ebro huele a europeo. Su presentación exterior lo diferencia claramente.
Interior del Ebro S700: tecnología, confort y espacio sin compromisos
Una vez dentro, el Ebro S700 sorprende. Y para bien. El puesto de conducción es amplio, bien resuelto y con acabados más que dignos. Los asientos en símil piel tienen un diseño semi deportivo, son cómodos y ofrecen calefacción eléctrica incluso desde el acabado base, algo que no se ve todos los días en este segmento.
Uno de los grandes atractivos es la doble pantalla de 12,3 pulgadas: una para el cuadro de instrumentos, otra para el sistema de infoentretenimiento. Es la misma que encontramos en el Omoda 5, lo cual tiene sentido, ya que comparten grupo. Aunque muy moderna, he de decir que sigo prefiriendo botones físicos para funciones clave como el climatizador. Los botones táctiles se ven bien, sí, pero no siempre son prácticos al volante.
Hay detalles que elevan la sensación de coche “bien hecho”, como la palanca de cambios de cristal (muy estilo Volvo), molduras que simulan fibra de carbono y acero cepillado, y un volante achatado con buen agarre.
Plazas traseras Ebro S700
¡Es un espectáculo! Espacio para piernas, cabeza y hombros de sobra. Incluso con asientos delanteros echados hacia atrás para facilitar el acceso, el hueco que queda es increíble. Y eso que esta unidad tenía techo panorámico (con mitad practicable), lo que suele robar altura. Aun así, nada de sensación de agobio.
También hay salidas de aire, toma USB y un suelo plano que mejora la habitabilidad. El respaldo central es algo duro, pero esconde reposabrazos con portavasos, un plus de confort.
Espacio trasero y Maletero del Ebro S700
Si eres de los que buscan espacio, este SUV te va a enamorar. En las plazas traseras, la habitabilidad es espectacular. Aunque los asientos delanteros estén completamente hacia atrás, queda un hueco enorme para piernas. La altura al techo es muy buena, incluso con techo solar, y el ancho permite viajar cómodamente tres adultos (aunque la plaza central sea un poco más dura por el respaldo).
Un detalle que me sorprendió: el piso trasero es muy bajo para tratarse de un coche de combustión. Esto permite una postura muy cómoda incluso en viajes largos. Añádele salidas de aire, puertos USB y reposabrazos, y tienes un SUV muy pensado para el confort de todos los ocupantes.
El maletero, como ya mencionamos, es de 500 litros, ampliables hasta 1.305. Incluye una rueda de repuesto tipo galleta, lo cual es un punto a favor frente a los ya habituales y molestos kits antipinchazos. Todo el sistema está bien resuelto, con piso doble y cortinilla enrollable.
Motor, transmisión y experiencia al volante del Ebro S700
Pasamos a la parte que más interesa a quienes van más allá del diseño: ¿cómo va el Ebro S700 Luxury en marcha? La respuesta es: tiene puntos brillantes, pero también deberes por hacer.
El corazón de este SUV es un motor de gasolina 1.6 de 147 CV, sin ningún tipo de hibridación. Un detalle que le penaliza en España, donde el etiquetado ECO ya empieza a ser prácticamente un estándar entre sus competidores. Eso sí, una versión híbrida enchufable está en camino, lo que podría cambiar el panorama.
En conducción real, este motor empuja con ganas. No es una bala, pero tiene carácter. En modo Sport se nota más vivo, aunque el cambio automático de doble embrague firmado por Jatco no está a la altura del resto del coche. No puedes cambiar manualmente ni con levas ni con la palanca, y eso es una verdadera lástima. Hay momentos donde la transmisión no responde como debería. Por ejemplo, cuando esperas una reducción… simplemente no llega. Esa falta de control y el comportamiento algo errático rompen un poco la experiencia de conducción.
Además, la dirección es otro punto flojo. Tiene un juego muerto donde giras el volante y el coche simplemente no responde. Es muy ligera, lo cual puede gustar a algunos, pero a mí personalmente me parece poco comunicativa. En ciudad se agradece esa suavidad, pero en carretera o curvas te deja con una sensación de desconexión total.
Eso sí, la suspensión filtra de maravilla. En autopista es cómodo, silencioso y estable. Se traga los baches como un campeón. Pero como todo en esta vida, hay un pero: en curvas balancea bastante, lo cual resta aplomo si lo conduces de forma más dinámica.
En cuanto a consumos, la media real ronda los 8,5 a 8,7 litros a los 100, algo por encima del oficial (7 l/100 km), pero dentro de lo esperado para un coche de este tamaño y peso.
Equipamiento, pantallas y funciones tecnológicas
Uno de los grandes puntos fuertes del Ebro S700 Luxury es su equipamiento de serie. Estamos hablando de un SUV que, en su versión Luxury, viene con todo lo que hoy se espera (y más) de un coche moderno, sin que tengas que pagar extras por cada detalle.
Tienes llantas de aleación de 18 pulgadas, la doble pantalla digital, cámara de 360º con resolución excelente (incluso muestra el entorno al poner intermitente), y asientos calefactados eléctricos desde el acabado base. Todo esto por un precio, que sinceramente lo posiciona como uno de los SUV con mejor relación calidad/precio del momento.
Además, si le sumas unos 3.000 euros más, accedes a opciones como el techo panorámico practicable, asientos climatizados, y una serie de asistencias a la conducción que elevan aún más el nivel del coche.
En el apartado multimedia, el sistema operativo es rápido, fluido y moderno, aunque echo en falta una mejor integración con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica. Tampoco estaría mal algo más de personalización en la pantalla de instrumentación digital, pero esto ya son detalles.
La sensación en general es que estás conduciendo un SUV mucho más caro de lo que cuesta. Por eso, a nivel de valor percibido, este coche da una bofetada con guante blanco a muchos rivales europeos que cobran más por ofrecer menos.
¿Qué rivales tiene el Ebro S700 y cómo se posiciona frente a ellos?
El Ebro S700 Luxury entra en un segmento muy competido: el de los SUV compactos generalistas. Aquí se enfrenta a pesos pesados como el Hyundai Tucson, el Kia Sportage, el Peugeot 3008 o el Nissan Qashqai. Incluso podría mirar de reojo a propuestas más baratas como MG HS o DR 6.0, su primo lejano chino.
Pero… ¿dónde encaja realmente?
✅ En diseño, no tiene nada que envidiar a los europeos. Al contrario: su frontal potente y su línea de cintura ascendente le dan un aire muy premium, y lo alejan del típico diseño asiático más recargado.
✅ En espacio y confort, compite de tú a tú con los mejores. La amplitud interior y el maletero lo convierten en una opción ideal para familias que viajan mucho.
✅ En equipamiento, va un paso por delante. Lo que en otras marcas es opcional (pantallas, climatización, cámara 360, techo panorámico…), aquí viene de serie en el acabado Luxury, que no supera los 31.000 €.
❌ ¿Dónde flojea? Como dijimos antes, en comportamiento dinámico. Mientras que un Tucson o un Qashqai tienen chasis mejor afinado, dirección más precisa y transmisiones más responsivas, el Ebro aún está un paso atrás.
Pero ojo: vale varios miles de euros menos, lo que cambia las reglas del juego
Conclusión final sobre el Ebro S700 Luxury
El Ebro S700 Luxury entra en un segmento muy competido: el de los SUV compactos generalistas. Aquí se enfrenta a pesos pesados como el Hyundai Tucson, el Kia Sportage, el Peugeot 3008 o el Nissan Qashqai. Incluso podría mirar de reojo a propuestas más baratas como MG HS o DR 6.0, su primo lejano chino.
Pero… ¿dónde encaja realmente?
✅ En diseño, no tiene nada que envidiar a los europeos. Al contrario: su frontal potente y su línea de cintura ascendente le dan un aire muy premium, y lo alejan del típico diseño asiático más recargado.
✅ En espacio y confort, compite de tú a tú con los mejores. La amplitud interior y el maletero lo convierten en una opción ideal para familias que viajan mucho.
✅ En equipamiento, va un paso por delante. Lo que en otras marcas es opcional (pantallas, climatización, cámara 360, techo panorámico…), aquí viene de serie en el acabado Luxury, que no supera los 31.000 €.
❌ ¿Dónde flojea? Como dijimos antes, en comportamiento dinámico. Mientras que un Tucson o un Qashqai tienen chasis mejor afinado, dirección más precisa y transmisiones más responsivas, el Ebro aún está un paso atrás.
Pero ojo: vale varios miles de euros menos, lo que cambia las reglas del juego.
El Ebro S700 Luxury no es un simple experimento chino con logo español. Es el renacer de una marca histórica, con un producto que, con sus luces y sombras, planta cara con argumentos sólidos.
Por diseño, habitabilidad, equipamiento y precio, es uno de los SUV más interesantes del momento. Si Ebro pule la transmisión y afina la dirección en futuras versiones, podría convertirse en una referencia.
Y como amante del motor, me alegra ver cómo una marca nacional vuelve al ruedo con carácter, apostando por algo más que marketing. Si este es solo el principio… lo que viene puede ser aún más interesante.
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